Hola, ¿cómo esta «la cosa»?
¿Os suena?, Seguro que si. La famosa «cosa» casi se ha convertido en el saludo nacional. Recurrimos a «la cosa» constantemente, preguntamos sobre «la cosa» a nuestros familiares y amigos, a nuestros proveedores, y como no, recibimos a los clientes con este palabro recurrente que no siempre va acompañado de una respuesta positiva. ¿Para qué entonces?.
Pero, ¿hemos llegado a pensar que demonios es «la cosa»?. ¿Acaso «la cosa» son los estados anímicos, los políticos, el crédito?, ¿qué cosa es «la cosa»? Generalmente asociamos la identidad de «la cosa» a elementos externos a nosotros mismos, y claro, casi siempre «la cosa» esta muy mal.
¿Que poder de influencia tiene «la cosa» sobre nosotros mismos y sobre nuestro negocio. ¿Qué es lo que realmente depende de mi para que «mi cosa» mejore?.
Repasemos algunas de las expresiones que solemos encontrar cada día ante tan recurrente pregunta;
Hola María, ¿Cómo esta la cosa?
¿La cosa? fatal, si la cosa no cambia tendré que cerrar mi negocio. Hay que esperar a ver si la cosa cambia y entonces…
¿Qué sucedería si sustituimos «la cosa» por María?
Si María no cambia, tendrá que cerrar su negocio. Hay que esperar a ver si María cambia y entonces…
El primer paso para empezar a cambiar «la cosa» es tomar consciencia de que es lo que depende de mi, y cuales son aquellas «cosas» que me resultan ajenas e imposibles de cambiar.
Una cosa es ser consciente de la realidad en la que nos movemos, y tener opinión y acción sobre ella, y otra muy diferente es dejar que los aspectos negativos de «la cosa» influyan en mi desarrollo personal y profesional.
«La cosa» empezará a cambiar cuando tú empieces a cambiar.
Lo peor que puede pasar en estos momentos en tu negocio es NADA.
Os invito a que tomeis consciencia de ello y emprendáis el camino virtuoso de empezar por conocerte a tí mismo, fomentar el empoderamiento que te provocará el conocer en que eres realmente bueno (lo que te potencia) y que es lo que te limita (áreas de mejora). Abandonar la creencia limitante que supone pensar y actuar de una forma apática provocada por esa «cosa» sobre la que tan poco poder de influencia tienes.
Apostar por adquirir nuevas aptitudes como la innovación, la creatividad, el talento, el liderazgo de tu equipo de colaboradores te permitira salir de tu zona de comodidad y explorar nuevos territorios mucho más motivadores, y a corto plazo, más rentables y constructivos.
Los negocios de retail que hoy en día tiene éxito aprovechan las debilidades de los que se dejan influenciar por «la cosa» y desarrollan, desde la sencillez de las ideas ingeniosas y positivas, modelos de negocio que suponen experiencias positivas para los clientes, y donde se generan vínculos emocionales mucho más rentables y positivos que seguir hablando de lo mal que esta «la cosa».