Independientemente del momento y de la posición en la que te encuentres en el transcurso de tu carrera profesional es probable que tengas la tentación de pensar que ya has llegado a la meta. Que tus objetivos se han cumplido y que poco más puedes hacer para servir a tus clientes.
No te sorprendas, es normal, le puede pasar a cualquiera. El ser humano tiene una tendencia al conformismo. En cualquier caso no deja de ser una opción.
Tal vez seas más inconformista y consideres que en el transcurso de tu carrera vas consiguiendo resultados alineados con los objetivos retadores que te planteas y que estos te motivan para plantearte nuevos objetivos al servicio de un reto mayor.
Si no los encuentras formúlate la siguiente pregunta:
¿Qué podría hacer para ofrecer más valor a mis clientes?
Prepárate entonces a explorar tu versión más creativa e innovadora. Adentrarte en terrenos desconocidos con resultados, que tal vez en estos momentos, ni tan siquiera llegas a deslumbrar, a imaginarte que sensaciones tendrás cuando experimentes sus resultados. Disponte a aprender de tus aciertos y desaciertos, a pedir ayuda y consejo al que sabe más que tú.
En estos días en los que acabamos de despedir el año y arrancamos uno nuevo en el que establecemos nuevos objetivos, me parece un excelente momento para que nos hagamos esta reflexión transformadora.
En estos primeros días de enero me he permitido reflexionar sobre esta idea, y establecer nuevos objetivos en la tiendología. Así es que desde hoy mismo me dispongo a preparar mi mochila para iniciar el camino que me lleve hasta donde tu estás, no con el objetivo de llegar a la meta, sino con la ilusión de empezar de nuevo. De conocer a más personas que me acompañen en el camino y a las que pueda ayudar con lo que sé y que ellas también me ayuden con lo que ellas saben.
Si estas leyendo este post y compartes conmigo esta misma inquietud exploradora te invito a que revises tu mochila para comprobar que al menos llevas estas tres cosas que considero imprescindibles para nuestro camino juntos:
¿Estás preparado? ¿me acompañas?
¡¡EMPEZAMOS!! PORQUE EMPEZAR SIGNIFICA ILUSIONARSE.
