Hace un par de semanas tuve la ocasión de visitar Paris.
Como los monumentos ya los conocía, decidí hacer una visita a Paris bajo el ojo observador de la tiendología.
Fue un placer pasear por las calles y barrios en los que conviven las tiendas con más encanto de la ciudad.
Visitar Merci, o Colette, que son entre otras las tiendas de moda más emblemáticas de Paris.
Un largo paseo por las emblemáticas calles, plazas y avenidas que rodean la zona de Beaumarchais, me permitió descubrir formatos comerciales interesantes en los que la creatividad y la innovación en los procesos de compra se ponen de manifiesto.
También debo decir que, a diferencia de hace uno años, no encontré aspectos diferenciadores de importancia en relación con nuestro comercio en España. Esto es que el comercio de Paris no tiene, en absoluto, nada que envidiar al de una ciudad de la luz que vi un tanto apagada en esta ocasión.
¿Será porque el comercio cada vez es más universal?. ¿Qué tendrá que ver el hecho de que las grandes enseñas del comercio en forma de cadenas de franquicia han monopolizado el aspecto comercial de cualquier ciudad del mundo?. Tal vez decida que el próximo viaje a nuestro vecino país me lleve a poblaciones mucho más pequeñitas en donde, espero, encontrar comercios que realmente me enamoren.